La importancia de hidratarse

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Teniendo en cuenta la importancia de nuestra piel, es fundamental cuidarla y protegerla del clima, del sol, de todos los factores con los que tome contacto y que pueden dejar huella en ella. Además, como también se manifiesta según nuestro estado anímico es necesario tener cuidado con la nutrición que se incorpora a diario.

La hidratación de la piel y del cutis es una de las cuestiones más importantes para que ésta se mantenga en un buen estado de salud, joven, brillante y atractiva para el público. La piel seca, producto a la falta de hidratación, se puede reconocer con facilidad ya que se la siente áspera, tirante, agrietada, se acentúan las líneas, comienzan a percibirse las arrugas y lo más extremo que puede ocurrir es una inflamación llamada, en términos dermatológicos, eczema.

Para evitar todas las consecuencias mencionadas con anterioridad y, en caso de ya padecerlas, poder revertirlas el primer paso fundamental es amigarse con las cremas, incorporar a nuestro cuidado de la belleza el uso de cremas, tanto hidratantes como las humectantes.

Es importante saber diferenciar que hidratación y humectación no son lo mismo. La hidratación es un proceso que se desde el interior del cuerpo hacia el exterior, por eso es vital ingerir líquido; y la humectación es totalmente externa. En los casos en que la piel ya se encuentre seca, sólo con una crema humectante, las cuales protegen la capa externa, no se podrá recuperar; en cambio, si todavía está saludable la humectación será esencial para evitar que pierda líquido y protegerla ya que estos productos que contienen la Vitamina A, son los que aportan el agua necesaria.

Las cremas hidratantes deben aplicarse al menos dos veces por día, masajeando bien la zona en la que es aplicada y además, cabe agregar que el momento de la ducha es el mejor para mimar la piel porque los poros se encuentran abiertos y el cuerpo absorbe con más rapidez los productos.

En referencia a la buena alimentación, también la comida puede ayudar a mejorar el aspecto y la piel. El paso fundamental que se debe tener en cuenta es incorporar entre tres o cuatro litros diarios de líquido, de los cuales dos de ellos tiene que provenir, preferentemente del agua y el resto de alimentos como frutas y verduras.

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